lunes, 9 de enero de 2012

El principito

El Principito (en francés: Le Petit Prince), publicado el 6 de abril de 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos, convirtiéndose en una de las obras más reconocidas de la literatura universal.
Se considera un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.En este libro, un aviador —Saint-Exupéry lo fue— se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.
El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.1
El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B 612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.
Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.
El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.


Algunas frases características y que habría que remarcar:

“Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.”

“A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?” Pero en cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle.”

“Es tan misterioso el país de las lágrimas…”

“Si alguien ama a una flor de la que sólo existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas.”

“Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”

“Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran…”


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